viernes, 9 de marzo de 2012

SETIEMBRE

Hoy quisiera sentarme a llorar al pie la casa de los santos y las deidades, y deshacer la inundación que hay mi alma. Para algunos este es el hogar de las plegarias y los lamentos, porque no podría lamentarme yo también?
Quisiera sentarme en uno de esos escalones que se acercan al cielo y preguntar ¿porqué? Y ni siquiera se el final de la pregunta, no sé qué pasó antes, no sé qué sigue después…

Si siempre me han gustado los días blancos en los que no puedo mirar más allá de un paso y todo lo demás es sorpresa sabiendo lo que encontraré, no sé por qué este se siente tan vacío. Es el primero de este ciclo continuo, algunas veces asfixiante y asqueroso, otras, húmedo  y aburrido, porqué este, de mis favoritos, no puedo disfrutarlo.
Serán las pérdidas que deja el olvido?, pero si uno olvida…  deja el pasado de existir?... entonces por qué duele?.. duele?... o duele no tener recuerdos?... que se yo.

Las gotas caen sobre mis letras, pero no es mi llanto, creo que alguien en algún lugar llora por mi y por eso esa gran bóveda que antes era azul, palidece y llora también.
Y yo, yo ya no tengo ganas de llorar, no tengo motivos… ya no hay sorpresa detrás de la bruma, de nuevo es húmedo y aburrido

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