recuerdo los ritmos de tu música y mis caderas.. una noche no planeada alrededor de la amargura del vino...
la ebriedad ha borrado algunos momentos pero mi piel los recrea cuando estoy a punto de olvidar, se eriza cuando recuerda tus sonidos y tu respiración.
mis manos aún llevan la tinta que arranqué de tu espalda, es lo único que me queda de tí
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